sábado, 11 de julio de 2009

"Educar para una Ciudadanía Activa". Adela Cortina

"Educar para una ciudadanía activa"
Un artículo de Adela Cortina

"-Como sigas sin venir a clase, llamo a tu padre.
-Profe, si lo encuentra, me avisa".




Es una escena real. Me lo contaron unos colegas de filosofía, profesores de Enseñanza Media en Palma de Mallorca, como podía haber sido en cualquier otro lugar de España. Forma parte de nuestra vida corriente.
Ante sucesos como éste suenan las alarmas y se reclama algún tipo de educación para la convivencia, de forma que los chicos no se acosen unos a otros, no se lesionen ni lesionen a los profesores. Y ése es desde luego un mínimo exigible: convivir sin dañarse. ¿Pero es sólo esto lo que ha de pretender la educación en la Escuela, incluida la célebre "Educación para la Ciudadanía": que podamos convivir sin matarnos? ¿O habría que ir más allá y empoderar a las gentes para que sean protagonistas de sus vidas, en solidaridad con los conciudadanos que igualmente han ser los autores de sus biografías?


En los últimos tiempos los proyectos educativos de la Unión Europea pretenden impulsar una ciudadanía activa, cosa de la que se venía hablando desde que entró en crisis el Estado del Bienestar. El Estado benefactor, a pesar de sus grandes méritos, había generado una ciudadanía pasiva, en-tendida como un "derecho a reclamar derechos", y era preciso pasar a la ciudadanía activa de quienes están dispuestos a reclamar sus derechos y a ejercerlos, a pechar con sus responsabilidades y a construir, participando en ella, la vida común. Edificar un Estado de Justicia, si no del Bienestar, o mejor, una Sociedad justa, es cosa de todos. Al fin y al cabo, aquí viene a recalar una preocupación que surgió en nuestro país desde que la Constitución de 1978 consagrara la libertad religiosa y, por tanto, también el pluralismo moral.


Se planteaba entonces si una sociedad pluralista puede educar en los valores de una Ética Cívica, de una Ética de los Ciudadanos, compartida por las distintas éticas de máximos, y la respuesta viene siendo desde entonces afirmativa; sólo el método para detectar esos valores ha ido variando. Si en principio se recurrió a la clarificación de valores, al "saco de valores" o al procedimentalismo, no tardó en llegar un nuevo recurso: la idea de ciudadanía democrática entraña unos valores éticos que es preciso ir desgranando de forma que sirva como un nuevo hilo conductor para averiguar de cuáles se trata. De hecho, la asignatura de Ética que figura en 4º de la Enseñanza Secundaria Obligatoria incluye ya los proyectos morales propios de una sociedad pluralista ("derechos humanos", "voluntariado" o "feminismo"), los políticos ("democracia"), y la reflexión que se hace desde las más acreditadas teorías éticas sobre las propuestas de felicidad, las exigencias de justicia, el sentido de un diálogo en condiciones de humanidad, justamente desde la perspectiva de lo que se puede esperar de una ciudadanía democrática. Y es de desear que la estructura de la nueva materia no difiera mucho, que tenga esa doble dimensión de los proyectos morales en la vida cotidiana y la reflexión ética que le da sentido. Porque importa conocer los derechos que ya nos reconocen la Constitución y las distintas declaraciones, pero para forjar una ciudadanía crítica, autora de su vida en solidaridad, no basta con conocer el "qué", sino que es necesario reflexionar también sobre el "porqué", del que han ido ocupándose distintas teorías éticas.

Es necesario apropiarse de convicciones racionales, dispuestas a dejarse criticar y a ejercer a su vez la crítica. No se aprende a ser ciudadano activo sólo leyendo prospectos, por muy valiosos que sean, ni siquiera conociendo cómo llegaron a elaborarse los productos que figuran en ellos. Ni es de recibo educar emociones y sentimientos sin aducir con luz y taquígrafos las razones por las que se considera que ciertosvalores y conductas son superiores a otros. Educar en la autonomía, en la ciudadanía activa, supone pertrechar a los alumnos también de razones y ayudarles a ponderar cuáles son más poderosas, de forma que puedan ir decidiendo por su cuenta. Evidentemente, ésta es una tarea para la sociedad en su conjunto. Para padres y maestros, que no pueden sino compincharse en este juego de la educación, que es de suma positiva: no como el fútbol, donde lo que unos ganan lo pierden otros, sino que acá ganan todos o todos pierden. Pero también políticos y medios de comunicación tienen su cuota en esto de forjar una ciudadanía activa, y para lograrlo podrían acabar, entre otras cosas, con la partidización de la vida pública.

Decía Ignacio Sotelo con todo acierto que la vida política se ha partidizado y eso no es bueno. Pero todavía es peor, creo yo, que no se haya partidizado sólo la vida política, la que tiene relación con la organización del Estado, sino también la vida pública en su conjunto, incluidas las cuestiones morales. Como sobre ellas será necesario legislar, los partidos defienden una posición y hacen de ella una opción partidista, la toman como la propuesta del partido; aunque es obvio que habrá desacuerdos entre sus miembros. Las cuestiones, entonces, no se politizan, sino que se "partidizan": cualquier postura que un ciudadano defienda ya viene monopolizada por un partido y se acusa al ciudadano de utilizar el discurso del partido en cuestión. Como si las gentes no pudieran pensar por su cuenta, o como si lo deseable en una sociedad madura no fuera justamente que piensen por cuenta propia y no sigan los "argumentarios" oficiales, tampoco los de los partidos políticos. Es letal para una sociedad que los desacuerdos morales se resuelvan en enfrentamientos partidistas, que cada partido capitalice una posición moral y la convierta en parte de su acervo. Porque partidizar la vida moral supone convertirla en un arsenal de votos que se disputan quienes desean conquistar el poder y mantenerlo, y eso es desembocar, entre otras cosas, en una ciudadanía inevitablemente pasiva.


TRIBUNA: ADELA CORTINA
(EL PAÍS) 30/12/2006



viernes, 3 de julio de 2009

¿Nos salvará la ciencia?


¿Nos salvará la ciencia?


“El mundo de las cosas visibles es el gran lenguaje que nos pone en comunicación con el mundo de las cosas invisibles. Los dos mundos son reales: el primero, porque las cosas, las palabras, son reales en sí mismas, aunque no contienen en sí mismas el fin; el segundo, porque es el fin hacia el que confluyen todas las realidades conocidas. El mundo visible nos proporciona la letra, la palabra, el signo, la imagen que nos sumerge y a la vez desvela la idea; más todavía, desvela la emoción, el sentimiento, la vivencia, la comunión,
las bodas, la relación íntima con el ser íntimo. Ahí está la Poesía, como arte de expresar con realidades visibles las realidades invisibles; lo cual pertenece a unos pocos. Pero la Poesía, como posibilidad de captar y percibir lo velado, aunque no se sepa expresar, pertenece a muchos.”
- Francisco Bernabé Alfonso -

¿Nos Salvará la Ciencia?

Ulises cuando llegaba a una isla nueva y desconocida se planteaba la siguiente pregunta:
¿Cómo seré tratado? ¿Cómo me recibirán los habitantes de ese lugar? ¿Me asaltarán y me matarán o por el contrario seré bien recibido? Ése era el pensamiento de Ulises y sus compañeros de navegación, la preocupación que les embargaba. Cómo serían tratados.

La belleza de las acciones. De esa belleza dependía la vida de Ulises. Según actuasen aquellos pobladores, Ulises y sus compañeros, vivirían o morirían. En este caso lo que salva son las bellas acciones humanas, el avance en el comportamiento ético.

Un comportamiento, una manera de actuar humana, unas acciones que pongan en realce al valor del Ser Humano. Unas acciones que contemplan al otro como si de mí mismo fuera. El otro, espejo donde se refleja mi propia imagen. Al mismo tiempo unas acciones que consideren al otro dentro de un espacio, entorno ambiental, necesario para su vitalidad. El otro, y uno mismo dentro de espacios naturales necesarios para la vida, formando un todo armonioso con el mundo que nos rodea, con el Universo.

Un ejemplo donde las bellas acciones conducen al avance de la humanidad encuadradas en el marco científico visible pero también invisible lo tenemos en dos ilustres personajes de reconocido nombre: María Sklodowska y Pierre Curie.

Juntos descubren el radio y el polonio. Reciben el Premio Nobel por su investigación en radiactividad. María recibe el segundo Nobel por obtener radio en forma metálica. Es la primera mujer que recibe un premio Nobel y un segundo. Es la primera mujer Profesora Universitaria en Francia.


Su alta formación humana, su preocupación por el Ser Humano hicieron avanzar la medicina y descubrir por medio de la Ciencia elementos para diagnosticar y curar. Sin su preocupación por los Seres Humanos sin el alto valor de la persona, sin su compasión por el Ser Humano enfermo y desvalido no hubiesen podido ponerse a estudiar e investigar con el afán y ahínco que lo hicieron.
La belleza de su estudio, el amor que pusieron en aquello que hacían, la mirada compasiva hacia los niños les hizo aterrizar en el premio Nobel. Por sus investigaciones científicas para en bien de la humanidad contribuyeron al avance de ella.

Marie y Pierre aprendieron a descubrir la grandeza del Ser Humano y el valor de la compasión leyendo el Evangelio. Siguiendo los valores universales que emanan de las enseñanzas y acciones de otro hombre y otra mujer: Jesús y María de Nazaret.

María cuando vio a Pedro se sintió conmovida y algún tiempo después decía de él:
"Fui golpeada por la expresión de su mirada clara y por la ligera apariencia de abandono de su alta estatura. Su voz, un poco lenta y reflexiva, su simplicidad, su sonrisa a la vez grave y joven, inspiraban confianza."

Mirada de Pedro entrenada en la Contemplación: estudio, reflexión, detalle, minuciosidad… Mirada entrenada en el ejercicio amoroso. Dos contemplativos, dos enamorados de aquello que hacían, se encontraron y vivieron una vida apasionada entregada al bien de la humanidad para hacerla avanzar. Se casaron el 26 de julio de 1895.

Los estudios científicos de esta pareja, no cave duda, que contribuyen al avance. Lo visible de la realidad aparecía ante ellos con esfuerzo e interés minucioso en detalles mínimos que van abriendo camino al científico. Este avance no hubiese sido posible sin que lo invisible previamente acampara en ellos. El Amor más grande había plantado su morada en la interioridad de esta pareja de enamorados. Ese Amor lo hacían visible en el otro, en los enfermos, humanidad cercana que nos hace presente la humanidad más lejana.

En las “Notas Biográficas de Maria”, ella nos ha dejado escritas estas palabras:
"En interés de la humanidad entera"
"Renunciando a la explotación de nuestro descubrimiento, nosotros hemos renunciado a la fortuna que habría podido, después de nosotros, ser transmitida a nuestros niños”

Yo he debido defender nuestras concepciones frente a nuestros amigos, quienes pretendían, no sin una razón valiosa, que si hubiéramos garantizado nuestros derechos, habríamos conseguido los medios financieros necesarios para la creación de un "Instituto del Radio" satisfactorio. Pero yo permanezco convencida de que nosotros teníamos una razón para actuar así: La humanidad tiene ciertamente necesidad de hombres prácticos que saquen el máximo partido de su trabajo sin olvidar el bien general, salvaguardando sus propios intereses. Pero tiene también necesidad de soñadores para quienes las prolongaciones desinteresadas de una empresa son tan cautivadoras que les resulta imposible mirar por sus propios beneficios materiales. Posiblemente, estos soñadores no merecen la riqueza: una sociedad bien organizada debería siempre asegurar a sus trabajadores los medios eficaces para cumplir su función en una vida desembarazada de las preocupaciones materiales y libremente consagrada al servicio de la investigación científica."

El 6 de julio de 1934 Manya muere María en el sanatorio de Sancellemoz . El Dr. Tobé, responsable del sanatorio escribe:



"La enfemedad que se la ha llevado es una anemia perniciosa aplásica de curso rápido, febril. La médula osea no ha reaccionado, probablemente porque estaba alterada por una gran acumulación de rayos".

“Il faut faire de la vie un rêve et faire d’un rêve une réalité”
“Hay que hacer de la vida un sueño y de un sueño una realidad”
-Pierre Curie-

“Dejamos de temer aquello que se ha aprendido a entender”
-Marie Sklodowska-


Otro hermoso ejemplo algo más reciente es el de Teresa de Calcuta (Premio Nobel de la Paz).


¿Qué tiene que ver Teresa con el mundo científico, se preguntarán ustedes?

Teresa empezó “mirando” (mirada contemplativa, la que estudia y reflexiona desde el amor y la justicia) desde el vagón de un tren a tantos pobres que perdidos vagaban por la India. Recorriendo las calles de Calcuta sintió “compasión” por aquellos moribundos con los que sus pies tropezaban. Empezó dando un vaso de agua al sediento, un trozo de pan al hambriento, un lecho al moribundo, acompañando todo ello, de manos tiernas y besos acogedores.

Su insignificante persona hizo que el mundo entero, especialmente Occidente, girase la “mirada” hacia la India. Las autoridades de la India se asustaron. Desde entonces; Médicos, Enfermeras, Biólogos, Físicos, Sociólogos, Teólogos, Abogados, Banqueros, Ingenieros… se pusieron a su disposición. Fue necesaria la ternura y compasión de una frágil e insignificante mujer para que las bellas acciones de diferentes Humanistas y Científicos se pusieran a trabajar para aliviar el sufrimiento de muchos ciudadanos de la India primero y después de todos los rincones del mundo. De su “mirada” llena de amor brotaron acciones llenas de belleza.

Hoy. Técnicos Agrícolas aumentan la producción y mejora en el cultivo de alimentos para que lleguen a toda la población. Banqueros acreditados ponen en marcha micro-créditos en manos de mujeres eficaces que les permiten salir de la miseria junto a sus familias. Diferentes profesionales del Campo de la Salud prestan sus conocimientos para erradicar, tratar y paliar enfermedades. Enfermeras cuidan y dispensan “Cuidados de Calidad” a la población contribuyendo al control y alivio de enfermedades y estando al lado de los moribundos para que el trance de la muerte no se haga en soledad. Docentes de toda índole abren escuelas para la formación ciudadana. Todos ellos poniendo su átomo para hacer más feliz a cada Ser Humano y a la Humanidad.

Teresa de Calcuta, Madre Teresa hizo temblar al gobierno de la India con pequeños actos llenos de belleza humana y divina, llenos de auténtica Sabiduría, la que inspira el Amor para poder engrandecer a la Humanidad para hacernos más humanos para resaltar la belleza de las acciones, para hacer avanzar a la Humanidad.

Una Cultura basada en la belleza de nuestros actos, es lo que hace avanzar a la Humanidad. No importa si somos científicos en el sentido más práctico de la palabra o simples cumplidores de tareas de servicio pues todos podemos contribuir al avance, al progreso de la Humanidad si en ello ponemos: ternura, compasión, profesionalidad, pasión por lo que hacemos. Ir más allá de la Ley nos lanza a una aventura amorosa con el Ser Humano para hacerlo avanzar. La “Conversación del Maestro de Nazaret con el Joven Rico” nos lanza a ése “ir más allá”, más allá…

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